Es muy emocionante comenzar proyectos, emprender rumbos desconocidos y adentrarse en nuevas aventuras. Desde aprender a caminar, pasando por el inicio de clases, el cambio de grado escolar, el primer amor, en fin, muchos “primeros”. Cada uno de estos ha representado un paso en proceso de madurez de nuestras vidas.
Es por ello, que al escribir en este nuevo espacio y por este medio es motivo de alegría y esperanza de lo que se pueda desarrollar aquí. Con el único objetivo de expresar opiniones, inquietudes, compartir pensamientos, emociones del quehacer de la realidad en la que vivimos y también, por qué no, el divertirnos con lo que acontece, en la mayoría de las ocasiones, parece fruto de la tinta de algún surrealista, lo que se demuestra que la realidad es mejor que la ficción.
¡No, cómo no! Es una expresión que surge cuando enfrentamos la realidad. Aunque parezca una negación, es una afirmación. Es el sentir de las personas emprendedoras, seguras, firmes, dinámicas para las que el “no”, es una palabra ausente en su vocabulario. Para quienes la única forma de salir adelante es el trabajo arduo, cotidiano, honesto. Para quienes buscan construir y no destruir, dialogar y no confrontar. Para quienes han encontrado la verdadera libertad que sólo es posible si se vive con paz interior.
Con ese entusiasmo de quien emprende un nuevo camino, es que iniciamos y nos adentramos en el llamado “ciberespacio”, para reafirmar esa expresión, de “no, cómo no”.
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