miércoles, 31 de diciembre de 2014

2014, un regalo de vida



Siempre los balances de fin de Año salen positivos, si bien, hubo grandes retos, obstáculos y dificultades, siempre son las más pruebas superadas, el crecimiento y la superación, pero lo más importante, enormes satisfacciones.

2014 será un año donde recuerde a personas que se nos adelantaron en el camino, si bien hay un cambio en la forma en la que nos relacionemos porque ahora estarán en un lugar del que nunca se irán y será en la memoria y en el corazón de quienes los amamos.

Grandes personas salieron de nuestra vida por cambios en las afinidades, ello no representa que se perdiera el cariño o el amor, sino simplemente, porque los ciclos se cierran y hoy les digo adiós con gratitud. Nuevos amigos y círculos se fortalecen y maduran, nuevas aventuras por venir, hoy con inmensa alegría les doy la bienvenida.

Aún con que el año transcurrió de forma abrupta, mantuvo e incrementó el amor entre quienes lo hacen de corazón, entre quienes buscan madurar y crecer en el amor. Un año pasa en un segundo, se viven oportunidades de mejora, pero como en la escritura, el verdadero amor se prueba como oro en el crisol, cuando es verdadero sólo se logra integrar y fundir más en uno.

Grandes lecciones deja el año, interesantes descubrimientos pero lo más importante, aprender a vivir en armonía con uno mismo para encontrarla y vivirla con quienes nos rodean.

En el ámbito laboral, representó un cambio que permitió un veloz crecimiento y estabilidad. Hay cosas que te llevas con profunda gratitud de experiencias pasadas, sobre todo humanas, pero también otras que representan un silencio.

Balance para agradecer a Dios de la vida, quien durante toda mi existencia me ha dado muestras de su infinito amor a través de mis padres, de quien sabe en especial, de mi familia y por supuesto mis queridos amigos.

2015 lo espero con inmensa ilusión, con gran esperanza, pero en particular fe de que siempre hay enormes oportunidades a la vuelta de la esquina y que no esperan a nadie, por eso atentos a ellas.

¡Les deseo a todos un muy feliz Año Nuevo y claro, con una inmensa gratitud!

domingo, 7 de diciembre de 2014

Comienzo de la Buena Nueva



Comenzamos la II Semana de Adviento (Mc 1, 1 – 8) donde comienza la Buena nueva.

“Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios. Como está escrito en el libro del profeta Isaías: Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino.
Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos, así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.
Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.
Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo:
"Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo"”.
En el Segundo Domingo de Adviento del Ciclo B, arranca la narración del Evangelio de San Marcos, el más breve de todos, pero que nos habla más sobre la persona de Cristo.

En este inicio, escuchamos la Buena Nueva de Jesús, a través de la sintonía de los ecos de los profetas desde Isaías hasta Juan el Bautista que fue quien tuvo de gracia de ver e incluso, bautizar al Salvador.

Hoy queremos retomar la misión profética de cada uno de nosotros, de ayudar en el comienzo de la Buena Nueva, de ser como los profetas, predicar de quien viene detrás de nosotros, no de nuestra persona sino de quien viene a redimir al mundo.

Ahora estamos preparando la segunda venida del Señor, debemos dar testimonio de ello por nuestros actos, forma de ser, palabras pero lo más importante por la congruencia.

No basta con cumplir los mandamientos, hay que ir a más, a aprender a vivir en la libertad de las bienaventuranzas de Jesús, en la alegría y la esperanza que nos da el sentirnos y sabernos hijos de Dios.

El Adviento es esperanza en la alegría que Dios nunca nos dejará solos, que no importa que nosotros nos alejemos, Él es fiel y siempre estará ahí con sus brazos amorosos y abiertos para darnos la bienvenida al gozo eterno que da a quien lo busca de corazón.

domingo, 30 de noviembre de 2014

¡Estén prevenidos!

Arrancamos el Ciclo Litúrgico con el I Domingo de Adviento (Mc 13, 33 – 37), nos permite darnos una oportunidad de comenzar nuevamente.

“En aquél tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento.
Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela.
Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana.
No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos.
Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!”.

El Adviento siempre nos permite comenzar una nueva aventura, un nuevo ciclo, una nueva vida y qué mejor que regresar con este espacio que en el inicio del Ciclo Litúrgico.

El Adviento nos recuerda la importancia de vivir en la esperanza, del sentido de creer en quien ha vencido al mundo, pero también en aprender a esperar en Dios quien nos ama tanto que envió a su Hijo para darnos las fuerzas cuando creemos que nada tiene sentido.

Jesús nos recuerda que Dios nos ama, nos ha dado un gran regalo, que está destinado a crecer a madurar y a dar frutos. Por eso la enseñanza a través de parábolas, el estar prevenidos, el no dejar perecer esa llama que Dios nos ha infundido en el corazón de cada uno de nosotros y que es su amor, que se traduce en libertad.

Aprender a vivir en libertad es un gran reto, porque implica necesariamente vivir amando, en acción. Cuando logramos ello es cuando en verdad actuamos de cara a Dios. El amor por ello requiere cuidado, atención, pero sobre todo cuidarlo día a día, momento a momento, no dejar que nadie nos lo robe.

Estar prevenidos es el llamado de Dios, para cuidar ese gran don que está destinado a dar fruto.

domingo, 31 de agosto de 2014

¡Muchas gracias!



Hace algunos años comencé a compartir diversas reflexiones sobre diferentes temas, abrí el espacio para expresar lo que tenía en la mente, pero sobre todo en el corazón, fueron tantas y tantas aventuras, tantas letras, frases y párrafos.

Creo que después de muchos años, es tiempo de decir hasta pronto y bajar por ahora la cortina, no sin antes expresar un agradecimiento a todos quienes amablemente hicieron favor de leerlo y en todavía mayor quien me regalaba una palabra de retroalimentación.

Nuestro lenguaje es tan rico, que permite tener expresiones como hasta pronto, porque no es un adiós, no es una despedida, sino que abre la oportunidad de seguir compartiendo en otras aventuras y en otros momentos.

Nuevamente gracias a todos quienes han sido parte de esta aventura llamada: ¡No, cómo no!

¡Hasta pronto!