miércoles, 29 de septiembre de 2010

“Cuando no haya nadie…”

Hace ya varios años, acompañé a un muy buen amigo a una tienda que está muy cerca de la Iglesia de San Jacinto en San Ángel (D.F.), si mal no recuerdo se llama “María Bonita”. En ella hay cosas muy bonitas, pero me había llamado la atención un cuadro que tenía una leyenda, en pocas palabras me enamoré desde que lo vi, pero lo dejé porque había olvidado mi cartera.
Poco tiempo después, regresé a una tienda que está a la vuelta, regresé a ver si todavía estaba el cuadro, pero ya no estaba. La verdad sí me dio un poco de tristeza, pero pues paciencia y vida interior.
Se acercaba la fecha de mi cumpleaños y me regalaron muchas cosas muy bonitas, me dieron una bolsa muy grande y para mi gratísima sorpresa era una bufanda, no sí era el cuadro. No saben el gusto que me dio recibirlo, por quien me lo obsequió pero también por el mensaje que tiene.
Quería llegar ya a casa para colgarlo y cada vez que no encuentro sentido a muchas cosas lo leo y recuerdo lo que es importante.
Ojalá que les sirva como a mí en todos estos años que está colgado en la pared de mi recámara.
“Cuando no haya nadie, cerca o lejos, yo vengo a ofrecerte mi corazón”

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