viernes, 10 de septiembre de 2010

Cuando uno ama…

¿Cuál es la frontera entre el cariño, enamoramiento y amor? ¿En qué se distinguen? ¿Cómo sé cuando en verdad amo? Preguntas muy profundas, que me invitan a reflexionar si he experimentado el amor en mi vida, a dialogar conmigo si he dado amor, a confrontarme si me he atrevido a amar.


 
La vida es amor, amor es vida. El éxito de una vida se mide por el amor que he sembrado, por el amor que he dejado al pasar por la vida de las personas. Si en cada encuentro mi huella fue de amor y qué han intensa fue.

Amor es donación. Ahí comenzamos a dar sentido a la respuesta a las cuestiones que propusimos. ¿Por qué donación? Porque es vaciarme, volcarme al otro, al ser amado. Doy mi ser por entero, no reservo nada para mí. Si reservo algo, es cariño, si me guardo todo es enamoramiento.

La responsabilidad es signo indiscutible del amor. El amor no daña, no hiere, no engaña, no lastima. Es compromiso (que el responsable asume) porque implica estar presente, trabajar por él. Es origen y destino. Por ser responsable, implica que hay un sujeto que es causa directa del amor. Si creo que sólo es destino, entonces es cariño, si soy irresponsable, es enamoramiento.

Desinterés, signo inefable del amor. Porque quien ama, busca el bienestar del otro, procura su perfección, quiere su madurez. Corrige fraternalmente, motiva, orienta, aconseja aún con que la verdad incomode. Siempre dará lo mejor de sí y hablará con certeza. Si mi relación tiene cierto interés, es cariño, si busco otro fin, es enamoramiento.

Prueba de fuego para el amor, la aceptación, pero de la persona en su conjunto, con sus luces y sombras, como es y lo que es. Ir más allá de lo físico, de lo estético, de lo material, de lo visible y aparente. Asentimiento de la persona en su conjunto desde que decidí amarla. Tolerancia es cariño, negación es enamoramiento.

Totalidad, porque el amor es total, no admite partición. Es uno, es imposible que se divida. Es absoluto y radical, se regala, no se compra, no se mendiga, no se regatea. Es principio y fin. Quien brinda parcialidades da cariño, quien divide está enamorado.

Una última, el amor es plenitud, porque acompaña hacia la eternidad, guía por los senderos, aún por más obscuros y accidentados, brinda las fuerzas para seguir adelante. Es motor e impulso. Quien es espectador, guarda cariño, quien limita, busca enamoramiento.

1 comentario:

Nishta dijo...

El amor es algo natural, si, nacemos con él y morimos con él. Por lo tanto, es la energía que vibra desde el centro de nuestro ser y que hace a una persona radiante. El amor nace en uno mismo y al amarnos a nosotros mismos somos capaces de embriagarnos tanto que podemos derramarlo y compartirlo con los demás.