miércoles, 1 de mayo de 2013

La realización personal

Hoy celebramos el día del trabajo, curiosamente, unido a otra celebración litúrgica, San José Obrero. Es una ocasión especial para valorar el verdadero sentido del trabajo, la realización personal y en orden sobrenatural, para la santificación por medio de él.
Las personas son felices cuando logran alcanzar los fines legítimos preestablecidos, en medida de la realización y dignificación con un sustento digno, honesto y honrado. Cuando el trabajo es un medio y no un fin y mucho menos una obsesión.
El trabajo es uno de las más nobles actividades del hombre, porque gracias a su talento es capaz de lograr la transformación de su entorno y su vida por medio de él. Insisto, el trabajo dignifica, enaltece al ser humano, porque es capaz de hacerlo, de esforzarse y dar lo mejor de sí.
Cuando una persona encuentra o desempeña la actividad de sus sueños, cambia su perspectiva frente a él y obtiene nuevas motivaciones para realizarlo de forma óptima.
Por el lado sobrenatural, San José protege, guía y orienta a quien encomienda su trabajo, porque él se dedico a desempeñar su labor de forma óptima y nos ha dejado el ejemplo de la importancia del esfuerzo cotidiano y la labor ardua.
En este día encomendemos a quienes están buscando trabajo, a quienes se encuentran en procesos de selección, a quienes no valoran su trabajo, perdieron el interés o la motivación. Pero en especial, para lograr la realización personal y nuestra santificación por nuestro trabajo.

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