Hace unos meses comentábamos sobre el proceso del perdón, habíamos señalado la importancia de saber perdonar, porque es un arte, es al final del día camino de la liberación.
Uno de esos pasos dentro del camino a perdonar es liberarse del poder del otro. Ello tiene varias perspectivas, el comenzar a vivir de acuerdo a tu conciencia, siempre y cuando sea recta. La otra es alejarte de las opiniones y comentarios expresados hacia ti, tus actos y decisiones, es cierto, pueden ser brindadas con amor, con cariño o simplemente por envidia. Pero lo más importante, es permitirte tomar las riendas de la vida, siendo humano, no un súper humano.
Pero hay una más, la cual pudiera ser contradictoria, el hombre aprende de sus errores, fracasos y contrariedades, lo cual obliga a destruir su auto concepto y su auto imagen. Esto quiere decir, aprender a construir una persona basada en la verdad, en la realidad de forma madura y también sin perder la capacidad de auto asombrarse, auto sorprenderse y así se descubren capacidades y potencialidades de la cuales no se era consciente.
Entonces el proceso cobra un nuevo panorama, porque no sólo basta con liberarme del enojo o resentimiento del cual era presa, sino también vivir de acuerdo a mis planes, proyectos, asumiendo mis retos, mis decisiones, etc.
Es ahí uno de los grandes componentes del éxito. El asumir el hecho sobre mi persona, donde soy único e irrepetible, donde al final del día soy perfectible. El hombre cada día se construye a sí mismo.
La única certeza en la vida es que no soy perfecto, cometo errores y aprendo de ellos, pero al final eso es la vida, levantarse cada vez. El hombre está llamado a la plenitud basaba en el esfuerzo.
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