martes, 6 de diciembre de 2011

Cuidado con los librazos

Sería complicado comprender el por qué los libros se han vuelto peligrosos, pero ni siquiera por su contenido, por las ideas expresadas o plasmadas, o por quien los escribe, sino por el daño causado por la fuerza de un librazo.
Ahora resulta, todos los críticos de Enrique Peña me han salido todos unos Juanes de la Cruz, unos Cervantes o Benito Pérez Galdós; José Joaquín Fernández de Lizardi, Juanes Rulfo o Daniel Cosío Villegas. Todos unos expertos en Literatura, han leído todos los libros del mundo y como “don perfectos” pues nunca cometen errores, imposible.
Pero ahí vienen los habladores a criticar y sólo hacen peores ridículos. Pues total, ahí está “la importancia de llamarse Ernesto”.
Lo anterior demuestra el escaso nivel de política de algunos, los cuales han convertido el ejercicio de la política en politiquería de cuarta. Tanto fue el hecho del desliz de Enrique Peña, que nadie se ocupó del intrascendente discurso de Felipe Calderón por su quinto año de Gobierno o del informe de Marcelo Ebrard.
Cuidado con los librazos, porque los golpes se ponen duros. Por otro lado, no es posible la continua violación de la soberanía nacional por parte de la DEA y las autoridades se hagan de la vista gorda.
Pero sigan criticando un error humano en vez de centrar la atención en lo verdaderamente importante. Sigan “don perfectos”.
(P.D.: don no tiene plural, para evitar aclaraciones posteriores)

1 comentario:

Arly dijo...
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