Una pizca de sal…

En lo particular disfruto mucho la cocina, es una terapia, pero también es un amplísimo espacio para dejar volar la imaginación y la creatividad. Para preparar cualquier platillo es necesaria cierta preparación.

Si es necesaria una preparación, por tanto, se evalúa si se cuenta con los ingredientes necesarios, si se va a seguir una receta, si voy a improvisar cosas, pero no se puede dejar a la liguera y menos de ciertos parámetros.

El pinche (en la expresión propia del castellano) Felipe Calderón, busca preparar Un platillo especial en el resto de su sexenio, pero no se ha dado cuenta de los errores de cálculo en su receta. Por un lado, no cuenta con los ingredientes necesarios, ni siquiera una pizca de sal. El ejemplo lo vimos en estas semanas, Felipe quiso compararse con Sir Winston Churchill, pero no sé ni de dónde, a lo mejor en la promesa de sangre, a lo mejor por el gusto de ciertas bebidas, pero ni en el temple, en la personalidad, el carácter o al menos en lo simpático u ocurrente. Lo añejo sólo lo da el tiempo.

Receta fallida dos, el Estado de México, su candidato o no sé si sea su candidato, pero del PAN es, o bueno, quizá tampoco, Luis Felipe Bravo Mena, como buen discípulo del blanquiazul, en la mesa – debate o tertulia en el programa “Punto de Partida” con Denise Maerker, sacó la intransigencia propia de Calderón. Ello es el augurio de una derrota y en grande. Si se pasa de sal, obvio queda salado.

El su visita a Ciudad Juárez, Felipe quiso seguir probando recetas, pide un Estado organizado, con ello indica, a lo mejor un poco de luz al final del túnel, se dio cuenta de la regla básica, quien juega con fuego se quema. Un verdadero cocinero y no un pinche, sabe, para garantizar un excelente platillo, cocina a fuego lento.

La política como hemos visto es como el arte culinario, cuyos primeros pasos para adentrarte a cocinar es la preparación, la receta y de excelentes ingredientes, mi abuela siempre dice, si los ingredientes son de buena calidad, es imposible un mal resultado. Un cocinero no se improvisa, es el resultado de mucha preparación, pero también de habilidad y destreza.