miércoles, 16 de marzo de 2011

Cerillo de un día

El ritmo de la información cada vez se hace más vertiginoso e imposible de alcanzar. Acontecimientos noticiosos de hoy, mañana son desplazados por otro y así sucesivamente.
Durante el primer trimestre del 2011, fuimos testigos de sucesos, de hechos, los cuales han dejado huella profunda en la historia. Si recordamos, en enero la Congresista de los Estados Unidos de Norteamérica, Gabrielle Giffords resultó herida por disparo de armas. Esa noticia fue superada por la huída del Presidente de Túnez tras serias protestas en ese país, desatándose un efecto dominó en Marruecos, Argelia, Egipto y Yemen. Días posteriores el mundo se sorprendió al conocer los atentados en el Aeropuerto de Moscú, pero fue superada por la caída de Hosni Mubarak en febrero.
En Libia comienza un movimiento para derrocar a Muammar al Gaddafi. Todo ello se olvidó por el terremoto, maremoto y accidente nuclear en Japón. En nuestro país las noticias locales han sido colapsadas por las coberturas a estos y otros elementos, pero no por ello debemos olvidar todos los aspectos a enfrentar.
En México la violencia y la delincuencia cada vez más toman mayor fuerza y espacios. Los políticos sigue cometiendo barbaridad tras barbaridad, como muestra nadie dijo nada cuando el pasado fin de semana se tuvo otro gasolinazo.
Es importante tener cuidado y no convertirnos en cerillo de un día, el cual enciende y se extingue al término de un día. Olvidar es volver a cometer los mismos errores y una característica del pueblo mexicano es su memoria limitado de corto plazo.

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