miércoles, 16 de febrero de 2011

En busca de la paz interior (V)


En nuestro caminar necesitamos encontrar nuestra paz interior, seguimos con las reflexiones para alcanzarla. Es un hecho, no existe una receta como tal, pero como todos los días estamos intentándolo.
Un fenómeno característico de la cultura postmoderna es la incapacidad de asumir la responsabilidad de las acciones, tampoco podemos enfrentar a nuestros sentimientos y emociones. Cada vez se ve marcado este fenómeno en actitudes infantiles al respecto de nuestro comportamiento.
Utilizamos expresiones para no hacer frente a los hechos, a las acciones; olvidamos el punto de la imposibilidad de los sucesos espontáneos. Por ejemplo, cuando un niño destroza algo, no dice, rompí el florero sino se rompió; como si cupiera la posibilidad.
Eso mismo se traspasa a los adultos, no quieren hacerse cargo de los hechos, por tanto, cómo voy a poder crecer, trascender o madurar. Hay algo en el esquema violentado, porque se tuvo alguna carencia. Ese proceso va desde la niñez en la cual se tiene la necesidad de ser amado y cuidado, no se puede valer por sí mismo hasta el momento en el cual va cobrando consciencia sobre la responsabilidad sobre sí. Quien es capaz de comprender ese hecho, de ser responsable de sí mismo, puede adquirir responsabilidades, de otra manera es imposible.
¿Cómo avanzas? Primer paso, asumir mi responsabilidad y no tener miedo a la lucha ni de sus consecuencias. Es un hecho, quien lucha puede ser lastimado, porque está en movimiento pero esa será señal de ir en camino.
Santa Hidelgarda afirmaba, “el arte de convertirse en persona consiste en transformar las heridas en perlas”. Si soy capaz de asumir esas heridas, las puedo transformar, en convertirlas en fuerza vital.
Como segundo paso, si asumo mi responsabilidad, lo puedo hacer en cualquier circunstancia en la cual me encuentre. El llevarlo a cabo, me permite encontrar sentido a mis interrogantes y a mi vida.
Por tanto, un nuevo reto, asumir mi responsabilidad para poder encontrarme con el otro. Entonces también ayudaré al otro a hacerse cargo de su responsabilidad.

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