domingo, 2 de diciembre de 2012

Estén prevenidos

¡Feliz inicio de ciclo litúrgico! Iniciamos el Adviento tiempo precioso para la preparación para la Navidad, en el Primer Domingo de Adviento (Lc 21, 25 – 28. 34 – 36), comenzamos la preparación.
“Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán.
Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación".
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre”.
El Adviento es la gran preparación para la celebración de la Navidad, nos permite hacer una pausa para interiorizar el misterio de la Encarnación del Emmanuel, del Dios con nosotros.
Cada domingo, Cristo nos va presentando actitudes para vivir de mejor forma el Adviento, en esta ocasión nos invita a estar atentos a los signos de los tiempos, a ver las señales de Dios en nuestra vida, para estar dispuestos a dar razón de nuestra esperanza.
En el Evangelio, Cristo nos invita a estar atentos, a no perder la fe, pero ir más allá, porque ya llegará la liberación. Pero ahí está la clave, la fe en quien sabemos nos traerá la vida y la vida en abundancia. Por eso vivir de cara a Dios nos permite estar preparados, estar prevenidos, por eso nos dice, estén prevenidos.
El estar prevenidos, requiere una gran fe, la cual sólo es posible si se sostiene con la oración. La oración permite descubrir una nueva realidad, porque es la mejor forma de estar en unión con Dios.
Por tanto, también debemos buscar para estar prevenidos, es tornarnos al perdón. El primer paso, es buscar el perdonarnos de aquello que vamos cargando, de aquello por lo cual llevamos una carga pesada, una vez logrado el perdón, viene el de Dios, porque nosotros somos los peores jueces de nosotros mismos. Ojalá aprendiéramos un poco de lo misericordioso de Dios.
Estén prevenidos, frase de Jesús para meditar en esta primera semana de Adviento. Atentos a los signos de los tiempos y perdonar.

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