miércoles, 8 de agosto de 2012

A cuatro días y tanto para agradecer

La vida del hombre también se constituye por sombras, por situaciones complicadas y por malos testimonios brindados, consciente o inconscientemente. Son grandes oportunidades para crecer, para madurar, pero también, el recordatorio de vivir en humildad. A cuatro días y tanto para agradecer, es momento de reconocer esos aspectos.
En vísperas ya de la llegada de mi trigésimo aniversario, es bueno hacer un alto para ofrecer disculpas a quienes no he dado un buen testimonio, no recibieron una palabra de afecto, fui ruido o motivo de escándalo.
La vida busca recordarte la importancia de la humildad, todos esos tropiezos y esas heridas causadas a otros se convierten en una importante enseñanza para no volverlo a hacer, para resarcir en la medida de lo posible y madurar.
El camino para encontrar la humildad es muy arduo, en ese aspecto, puede ser duro, sin embargo, las veces en las cuales he fallado, siempre he buscado comprender mis errores y enmendarlo.
Gracias a todos quienes han sido pacientes conmigo y a quienes han estado, están y estarán a mi lado, quienes contribuyen con su amistad y sincera corrección fraterna.

No hay comentarios: