En México estamos siendo testigos del desprestigio de una
gran parte de la clase política, la fracción izquierda está secuestrada por un
falso mesías, pero la derecha está captada por mezquinos intereses de
incompetentes politiqueros.
La política y el honor son correlativos, no se puede
realizar la una sin la otra. La política requiere del honor porque permite
privilegiar los espacios de diálogo, concertacesión y lo más importante
acuerdos.
Cuando se busca tratar de hacer política sin honor se ven
los resultados actuales, falsos mesías buscando anular una elección, sin
analizar en conjunto todo el proceso electoral. Porque como perdió la
presidencia, la cuál es la única importante para él, no se ha molestado en
atender el resto de la jornada en cuando a los Congresos, tanto el Federal como
algunos Locales y Gobiernos estatales.
Según actuando de forma responsables, está convocando a
incendiar el país y seguir sembrando el odio y el encono. Insiste en manchar
sólo el proceso presidencial porque no fue favorecido con la mayoría, porque
quienes no simpatizamos con su proyecto elegimos otro. ¿Ese es un político con
honor? La respuesta es no, es un sinvergüenza, ambicioso, manipulador.
Por su parte la derecha cada vez ha mostrado su incapacidad
fruto de la improvisación de políticos. Buscan navegar con bandera de
demócratas, porque son incapaces de reconocer su derrota en la oportunidad de
la alternancia.
México requiere una renovada clase política, la cual
recuerde la importancia del honor para servir a su país.
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