Hoy hemos sido testigos del libertinaje de los miembros del SME y la falta de autoridad por parte del Gobierno del Distrito Federal. Es inaudito los destrozos y desmanes realizados por esos vándalos y las afectaciones a terceros, pero lo peor es la tardía actuación de las fuerzas del orden.
Cada vez es más común ver este tipo de manifestaciones en la Capital, donde se permite todo, pero lo deleznable es la permisividad del Gobierno de Marcelo Ebrad. Queman automóviles, bloquean las avenidas, agreden a diestra y siniestra a inocentes y no hay quien los pare. Parece una burla el anuncio de la detención de 11 delincuentes.
Será posible vivir en una ciudad donde impera el caos y el desorden, donde se permite cualquier atrocidad como el aborto o en un exceso la unión entre homosexuales y querer llamarlo matrimonio. Lo de llamar la atención es la pérdida de la capacidad de asombro de los habitantes de la Ciudad. Esta Ciudad cada vez más endeudada y en peor estado.
¿No hay quien los pare a esta bola de palurdos? El DF se hunde más en la desesperanza por culpa de estos individuos quien nos tienen secuestrados.
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