miércoles, 13 de febrero de 2013

Presupuestos del perdón

Hemos comenzado nuestra serie sobre el perdón. En esta entrega daremos unos pasos previos o unos presupuestos del perdón para poder entrar en materia, partiendo de una base común.
Es muy importante comprender una cosa, el perdón necesariamente requiere todos los elementos del principio de integración del hombre, no sólo podemos perdonar con el corazón, con el intelecto, con los sentimientos o el puro cuerpo. Requerimos necesariamente la unión para lograr un perdón completo, total.
El perdón no es instantáneo, no es inmediato, no somos máquinas programadas, somos seres humanos complejos. Respondemos muy diferente a los diversos estímulos y nuestros procesos son personales únicos. Por ello requerimos tiempo para lograr ese perdón total.
Comentábamos en nuestra publicación anterior, el perdón no cambia el pasado, pero sí el futuro. Por ello, también es importante, comprender ciertos puntos para madurar y así no perder nuestra paz interior, son de verdad muy sencillos:
1.      No soy moneda de oro para caerle a todo el mundo bien. Muchas veces vienen grandes dolores por no ser aceptado en determinado círculo, personas o circunstancias. Para superar ello, requiero perdonar, pero al asumir esa realidad, deja de doler.
 
2.      Quito la imagen de mi mente de tener enemigos, no los tengo, me desligo del influjo de aquella persona quien me busca hacer daño, ya sea de forma voluntaria o involuntaria, eso me hace libre.
 
3.      Por último, una visión muy sobrenatural, cuando me cuesta tanto perdonar, abandonarme por entero a la acción del Espíritu Santo, porque también el perdón es un acto de fe. A ejemplo de Cristo, “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”.
 
Recordemos siempre estos tres puntos muy sencillos, no soy moneda de oro, no tengo enemigos y dejar al Espíritu Santo habite en mí. Con esos elementos podremos avanzar en las sendas del perdón para lograr nuestro objetivo, aprender a perdonar de forma total.

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