lunes, 28 de noviembre de 2011

Inédito…

Durante los pasados días fuimos testigos de un hecho histórico, inédito, insólito, el Gobierno Mexicano acusado por 23 mil mexicanos de crímenes de guerra y de lesa humanidad, ante la Corte Penal Internacional de La Haya.
En la historia reciente de nuestro País no se había si quiera pensado en la comisión de crímenes de guerra o de lesa humanidad. Es importante señalar su gravedad, porque no se sabe su alcance.
El crimen de guerra, es una violación de las garantías protegidas por las leyes y las costumbres de la guerra, se incurren en ellas por las transgresiones graves del Derecho Internacional Humanitario en un conflicto armado y por las violaciones al Derecho Internacional. El término se encuentra en el Derecho internacional, incluyendo la convención de Ginebra. Algunas de sus expresiones son malos tratos a prisioneros de guerra y civiles, genocidios, ejecución de rehenes, etc.
Dentro de los Jefes de Estado o de Gobierno acusados de crímenes de guerra están, el ex primer ministro del Japón Hideki Tōjō, los militares alemanes Karl Dönitz y Herman Göring;  el ex presidente yugoslavo, Slobodan Milošević.
Los crímenes de lesa humanidad se describen en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y son conductas tipificadas como asesinato, exterminio, deportación o desplazamiento forzoso, encarcelación, tortura, violación, prostitución forzada, esterilización forzada, persecución por motivos políticos, religiosos, ideológicos, raciales, étnicos u otros definidos expresamente, desaparición forzada, secuestro o cualquier acto inhumano que cause graves sufrimientos o atente contra la salud mental o física de quien los sufre, siempre que se cometan como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque.
Leso significa agraviado, lastimado, ofendido, el crimen de lesa humanidad aluda a un crimen que ofende, agravia, injuria a la humanidad en su conjunto.
Por la gravedad de dichos crímenes se han dado juicios muy relevantes como los de Núremberg contra los excesos del régimen Nazi, los juicios de Tokio o contra el Apartheid en Sudáfrica.
Lo anterior nos permite comprender lo insólito de las acusaciones, lo inédito, pero también de la gravedad de los mismos. Como se ha mencionado, esos crímenes sólo pueden cometerse o mejor dicho, procede su persecución en un contexto de un conflicto bélico.
¿A dónde hemos llegado? México no se merece la situación actual y menos un desprestigio de tal magnitud, donde se compare la realidad presente con lo sucedido en la II Guerra Mundial, a los genocidios y holocaustos; al odio y la discriminación en África.

No hay comentarios: