domingo, 27 de noviembre de 2011

El amor propio

El hombre conforme avanza debe asumir su identidad, su personalidad, su temperamento, para poder lograr ser él, no otro, él mismo. Es un gran reto porque debe encontrar su camino a través de diferentes perspectivas y opiniones de terceras personas las cuales aún siendo bien intencionadas, no permiten el crecimiento y desarrollo de la persona.
El amor propio jugará un papel fundamental, porque bien entendido es la fuerza vital para amar al otro porque el amor parte de uno mismo. El amor propio mal encausado es egoísmo, bien entendido es prudente, es ecuánime, es constructivo, es positivo, es ilimitado.
El amor propio permite cuidar nuestra salud, dar el valor justo a nuestro cuerpo, desde lleva una sana dieta, hasta realizar actividad física y no ir en contra de él. Es cierto uno puede “darse gustos” pero no caer en excesos.
Amarnos a nosotros mismos es la oportunidad de ser felices porque nos damos cuenta de nuestras capacidades y potencialidades, pero también, con honestidad aceptamos nuestras limitaciones e incapacidades, para trabajar con ellas y así madurar.
Con esa actitud y aptitud hacia la vida, nuestra perspectiva cambia, lo que una vez fue negro, ahora cobra color, lo gris se transforma en oportunidades y lo más importante, dejamos el miedo a vivir.
Vivir sin miedo, es abrir el umbral a la felicidad plena, al poder aspirar a ser un ser humano íntegro. Pero sobre todo, a ser llamado persona.

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