En la semana pasada la noticia la cual ocupó todos los titulares de la prensa fue la detención del Ing. Jorge Hank en Tijuana, acusado presuntamente de acopio de armas y otra serie de delitos. Para la vergüenza del Gobierno Federal y después de la espectacular detención, el día de ayer el Ing. Hank fue exonerado de los delitos imputados con el famoso usted disculpe.
El cuatro de junio elementos del Ejército fueron al domicilio de Jorge Hank sin una orden, sin una razón judicial de peso, sólo con el alegato de una comisión de delito infraganti.
Vaya estado de derecho en donde vivimos, donde se puede privar de la libertad a una persona sin proceso judicial y lo peor es la figura anticonstitucional del arraigo, donde te detengo y así me da tiempo de inventar pruebas y delitos por los cuales perseguirte.
La historia continúo y llevaron a Jorge Hank prácticamente secuestrado a la Ciudad de México para posteriormente, regresarlo al penal de Tecate. Después de unos días salió absuelto de los delitos que nunca pudieron comprobar. No conforme con eso, en cuanto puso un pie fuera del penal, fue arraigado para tratar de buscar otra cosa para inculparlo. De ese proceso injusto volvió a salir libre por decisión de un juez.
Un fiasco más para el sistema de justicia de México, pero en particular al Gobierno Federal quien no da pie con bola, es abuso tras abuso en su desesperación por tratar de conservar el poder. ¿Dónde está Alejandro Poire para defender lo absurdo del comportamiento del sistema judicial en la guerra contra el crimen organizado?
Haber la nueva del Gobierno Federal y del Sistema de Justicia, a quién detendrá y tendrán que soltar por elaborar mal los procesos. Pero entre tanto el Ing. Jorge Hank es un buen ejemplo del ¡no, cómo no!
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