jueves, 30 de diciembre de 2010

Año Nuevo, nueva oportunidad

En vísperas de celebrar la llegada del Año Nuevo, es un día perfecto para reflexionar sobre el Año Viejo.
El hacerlo es un ejercicio de memoria, pero con el fin de ver las oportunidades de crecimiento, también, es excelente para agradecer todos los dones recibidos; por la familia en la cual hemos madurado, por los amigos que nos dieron vida y por todas las ocasiones en las cuales tuvimos un encuentro fecundo. Así mismo, dedicar un momento a Dios por las gracias concedidas en este tiempo.
Para muchas personas, esta fecha evoca recuerdos agridulces pues se recuerda a las personas fallecidas, con las cuales amábamos celebrar, pero se han adelantado. Ello debe darnos ese espacio para agradecer por su persona y la huella impresa en nuestra alma, la cual hace que permanezcan en nosotros.
Año Nuevo, nueva oportunidad, para crecer, ir a más, crecer y madurar.
¡Muy feliz Año Nuevo!

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