En la vida hay necesidad de regresar sobre los pasos para poder
cerrar heridas y así volví al lugar donde todo comenzó, donde te encontré y te
conocí. Lo curioso es darte cuenta de varias cosas, el lugar sigue igual, pero
quien cambió fui yo.
Y volví al lugar con la esperanza de encontrar respuestas a
preguntas inexistentes, porque mis cuestiones eran las equivocadas. Pero sí
encontré una respuesta, no era el lugar para haber comenzado.
Y volví al lugar con una gran fe, de obtener una certeza, de
buscar una verdad, pero una verdad no se puede sustentar en una mentira, en una
quimera o en el entorno donde todo comenzó.
Lo curioso es comprender el hecho, si bien todo estaba
igual, cada lugar representaba un fantasma lejano, pero un recuerdo indeleble,
una experiencia más allá de lo sensorial.
El lugar no cambió es una realidad, yo sí, pero en el fondo
el lugar se transformó porque respiraba un ambiente lleno de nostalgia, un
espíritu de vivencias pasadas, una neblina del pasado.
Volví cierto, sobre mis pasos, buscándote, esperándote, pero
por fin comprendí no volverás y el pasado sólo representa un lastre. Aprendí a
vivir el instante e impulsar para aprender ya de una vez a vivir sin tu
fantasma siempre presente.
Y volví al lugar con un gran anhelo, reencontrarte para así
no dejarte escapar, pero a quien realmente encontré fue a mí mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario