jueves, 8 de agosto de 2013

La reforma de la discordia

El tema más comentado en estos días es la famosa reforma energética y la supuesta privatización de Petróleos Mexicanos y por ende del petróleo. Muchos actores políticos se han subido a una discusión absurda sin conocer si quiera el texto de la reforma.
El punto es, al día de hoy no sabemos con exactitud la propuesta por venir del Ejecutivo Federal, hemos llegado al grado de convertir el asunto en la reforma de la discordia.
Las posiciones más ignorantes y retrógradas como la de Andrés Manuel López Obrador, quien como buen advenedizo, quiere causar polémica y buscar algún espacio para seguir esparciendo sus tonterías y sus necesidades a quien esté dispuesto a creerle.        Andrés Manuel busca emular a Juárez, pero ni siquiera se ha tomado la molestia de leer un libro de historia para analizar a fondo el Tratado McLane – Ocampo. ¿Quién quiere entregar al país?
Por otro lado, en la cancha panista, buscan eliminar la participación del Sindicato Petrolero del Consejo de Administración y otra serie de prácticas del orden corporativo, pero no han medido realmente el impacto de no sumar al Sindicato a dicha reforma.
Lo cierto es, no es necesaria una reforma a la Constitución para impulsar a la principal empresa de México. Bastaría con realizar unos ajustes a la Ley de Adquisiciones para asegurar por un lado, obtener las mejores tecnologías para la labor petrolera a precios competitivos y por el otro se confirma y consolida el compromiso de continuar con el dominio de los recursos en manos de la Nación como lo señala el artículo 27 constitucional. Otra modificación importante sería reestructurar la forma en la cual PEMEX tributa a Hacienda, permitiendo una contribución justa como lo estipula la ley.
Los diversos actores políticos y quienes han opinado al respecto olvidan otros elementos fundamentales y sustantivos de la reforma, como es el caso de la electricidad y los medios alternativos de generación de energía.
La reforma de la discordia por tanto, no sólo debe contener como tema central el petróleo, sí es fundamental, pero debemos buscar iniciativas para generar energía más limpia y económica. Ojalá el Ejecutivo presente una propuesta de ley de acuerdo con las verdaderas necesidades de México y los Legisladores realicen un verdadero trabajo de estudio y análisis para así aprobar una ley con sentido para esta materia.

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