lunes, 4 de noviembre de 2013

¿Qué quieren?

Seguimos en nuestras meditaciones sobre el Cielo, en esta ocasión queremos hacer énfasis en la fe y un punto importante, su relación con la inmortalidad.

Partamos de la premisa sobre la fe, la cual debe ser la respuesta al proyecto de Dios para mí. La fe es un don, es una gracia dada por Dios, no es propio del hombre el tener fe. Con ello podremos asimilar cuestiones las cuales sobrepasan nuestro intelecto, no las entendemos pero nos apegamos a ellas.

En el ritual del Bautismo, una de las preguntas clave que se realizan al iniciar el rito es, ¿qué piden a la Iglesia? La respuesta es el Bautismo, pero la verdadera pregunta es ¿qué quieren? La respuesta será la vida eterna.

La fe, nos lleva a aceptar caminos por los cuales no pudiéramos entender, incluso la misma muerte nos mueve a cuestionarnos la fe. Es ahí donde podremos experimentar los límites de la fe.

También el comprender la fe en la vida eterna es muy complicado, porque es una realidad muy lejana, San Ambrosio, “la inmortalidad es una carga, más que un bien, si no la ilumina la gracia”.

La muerte es un tema molesto de tratar, porque desnuda lo efímero dentro del tiempo de Dios. Quien tiene fe, la muerte es un regreso a la vida eterna de donde partió, por ello, la muerte ya no existirá definitivamente, porque sabemos tendremos la inmortalidad de la vida eterna.


Nuestra respuesta de temor frente a la muerte no lo da la fe, sino por el contrario, nos da la certeza en la esperanza de no desaparecer, porque la inmortalidad de la vida eterna nos espera.

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